Descripción:
En el conjunto de ensayos que integran la obra de Solarte Lindo se examinan diversas facetas de un escenario que no ha merecido, ni por parte de los estudiosos ni por parte de los partidos que encarnan la oposición a lo imperante, toda la atención que requeriría: el ámbito de la cultura política en Colombia. En Política para camaleones se reúnen verdades esenciales sobre la política colombiana que ayudan a comprender por qué en un territorio de tan vastas riquezas –que, después de siglos de expolio, no terminan de ser saqueadas– prevalece la miseria material y espiritual.
Tenemos una ciudadanía sin poder de decisión sobre sus asuntos vitales: su forma de vida colectiva, la paz y la guerra, la salud, la educación y la comunicación, la forma poseer y de habitar la Tierra; una ciudadanía condenada en enormes franjas al hambre y la feroz lucha por la sobrevivencia; una ciudadanía sometida a medios masivos de comunicación que funcionan como empresas de confusión, degradación moral y engaño sistemático; una ciudadanía que ha sufrido históricamente la mutilación de partes vitales de su tejido social bajo el signo de la intolerancia, y asimismo a desconfianza y odio inducidos; una ciudadanía que ignora los escenarios y los actores que han decidido sobre trágico devenir; una ciudadanía acostumbrada a comulgar con ruedas de molino.
Solarte Lindo desnuda con lenguaje claro y directo las falacias, las nubes de humo, con las que se mantiene una vida social bárbara con una ciudadanía anestesiada frente al horror. Salvo hombres y mujeres excepcionales, que se cuentan con los dedos de la mano, tenemos más pueblo que dirigentes; el mismo pueblo sufrido y laborioso, escarnecido y masacrado, que Gaitán encarnó antes que su vida fuera segada por la yunta nefasta que ha unido, desde hace muchos años, una clase política criminal, o indulgente con lo criminal, con el dispositivo imperial que fijó su codicia en nuestro territorio.
El rumbo global establecido por el poder mundial de los Estados Unidos y sus principales socios europeos revela hoy su inviabilidad. A lo largo y ancho de la Tierra, los jóvenes, las ciudadanías, se rebelan contra el itinerario de miseria, degradación moral y confrontaciones sin precedentes con las cuales los poderes responsables de las catástrofes pretenden perpetuarse. El acento en las líneas de fuga, en unir pensamiento y obra, pudiera ser la segunda parte de esta obra que esclarece la comprensión de lo que acontece en aquellos que aún creen que tenemos una de las más antiguas democracias del hemisferio.
Héctor José Arenas