Descripción:
A diario se escucha en los noticieros y se lee en la prensa las denuncias sobre personas asesinadas, desaparecidas, amenazadas o violentadas pertenecientes a grupos políticos y movimientos sociales; incluso el habitante común, sin vinculación a estos escenarios ha caído en medio de esta guerra a favor del capital. Todo lo cual provoca una zozobra en la opinión pública, en tanto no termina de tener claro quién o quiénes están detrás de estos hechos que cobran diferentes víctimas a diario.
¿Cuál es el número de multinacionales que tienen incursión en el territorio colombiano? ¿Qué responsabilidad hay de parte de ellas y del Estado frente a la protección del territorio y de la población? ¿Cuál es el papel que juegan los organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) o la Corte Penal Internacional (CPI) en juzgamiento de crímenes contra la humanidad en nuestro país? ¿Qué rol cumple y qué alcance tienen los procesos e investigaciones desarrolladas por el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP)? Todas estas preguntas hacen que Colombia se perfile como un laboratorio a la hora de pensar en las implicaciones jurídicas, sociales, políticas y económicas de la sentencia del TPP.
El libro presenta las dos ocasiones en que Colombia ha sido objeto de examen por parte del TPP ocupándose en esta oportunidad de los atropellos y delitos cometidos por parte de las empresas multinacionales. De esta manera realiza paralelos entre el dictamen del TPP y la CPI respecto a los crímenes de lesa humanidad, resaltando las limitaciones que conlleva cada uno de los organismos; por ejemplo el pronunciamiento del TPP tiene tan solo un carácter de opinión y por el otro lado la CPI puede juzgar crímenes cometidos por personas y no por organizaciones, además entran en juicio los crímenes cometidos después de entrar en vigencia el acuerdo en el que se ratificó la pertenencia de Colombia, es decir desde noviembre de 2002, lo cual deja por fuera lo crímenes anteriores a esa fecha.
El texto no pretende ser solo un libro de denuncia sino también de información, cuestionamiento, indignación y movilización sobre las injusticias y desafueros que los diferentes actores –en especial las multinacionales y el Estado colombiano– han cometido, los cuales no en pocas ocasiones quedan en la impunidad. De igual manera muestra los esfuerzos por parte de las diferentes comunidades y movimientos políticos por reconstruir los hechos para que salgan a la luz las infamias ocurridas y finalmente se haga justicia.
Nidya Navarrete
