Paco Gómez Nadal
Otra América, Human Rights Everywhere, Bogotá, 2022. 180 páginas
“Cuando la deshumanización es estrategia, las pulsiones violentas dominan el discurso público y privado, y la consciencia es una changua aguada y casi fría, hay que repensar(nos) y volver a escuchar a quienes creemos haber escuchado”. P.G.N.
Paco Gómez Nadal nos brinda con El porvenir nace en la herida un artefacto de amor revolucionario. Una labor de creación colectiva elaborada con Erick Arellana Bautista, Diana Gómez Correal, Juan Camilo Zuluaga, Enilda Jimenez, Luz Mery Panche y Sarita la metalera. Una polifonía compuesta con el cuidado y la delicadeza de un orfebre y con un espíritu capaz de captar todo lo que significa la indoblegable resistencia del corazón multiforme de nuestra entraña popular: la que se niega a olvidar el legado de aquellas vidas segadas por levantar la voz y el obrar en favor de la vida digna para tod@s.
El libro reúne los testimonios estremecedores de mujeres y hombres jóvenes que han sufrido la desaparición de padres, madres, compañer@s, hij@s, amig@s, sin convertir sus relatos en un viaje irrespetuoso a las fibras íntimas que nos comparten.
Paco Gómez enuncia el sentido de la obra en las primeras páginas: “Este libro es una indagación sin resultados definitivos, una búsqueda que forma parte de un largo recorrido de un cuarto de siglo tratando de entender cómo millones de colombianos y colombianas logran ponerse de pie cada mañana, a pesar de las brutales heridas que la violencia política , social, estatal y criminal les ha asestado”.
No abundan en Colombia los periodistas y los educadores, que honrando con estudio, consagración y probidad sus oficios, capaces de experimentar asombro y reconocimiento al prolongado batallar de una nación sufrida y laboriosa que se sobrepone cada día a las múltiples y hondas heridas de una violencia que ha sobrepasado los umbrales del delirio. La conciencia de Paco, sin precio que la silencie, ni pausa en aportar desde diversos escenarios a la causa común, al sueño invencible: la vida digna colectiva en la que sea posible obtener el pan con la labor honesta y bien hecha.
El porvenir nace en la herida, es un ejercicio de ética y delicadeza humana para abordar los universos interiores de una manera que pueda servir a la comunidad a contemplar lo invisibilizado, a despertar las consciencias anestesiadas, a desertar de la tendencia comprensible a no querer saber más del horror y el sufrimiento engendrado por un modelo económico que fabrica en serie subjetividades monstruosas para sostener la expoliación y la impunidad.
Al mismo tiempo, esta obra es una expedición a un laboratorio tremendo de la represión en el marco de una hegemonía implacable sobre una región que ha sido puntal de proyección de un poder planetario. Un laboratorio que ha afrontado los métodos de la dominación hispánica y la Santa Sede durante siglos y, después de un breve interregno de predominio británico, el arribo de la más poderosa potencia política, militar, económica y cultural de la historia de la humanidad, con sus métodos imperiales.
El 7 de diciembre de 1941, fue aprobado oficialmente en la Alemania Nazi el decreto Nacht und Nebel –Noche y niebla–, un conjunto de directivas dirigidas a la represión y eliminación de las personas que resistían la ocupación nazi de sus países. Esta macabra metodología estaba dirigida a impedir la defensa jurídica de la persona detenida, asegurar la impunidad de los victimarios y generar incertidumbre sin fin sobre lo que sucedía con el detenido, en especial sobre su entorno familiar y social. Lo usual es que la persona fuera detenida, torturada para recabar información, y ejecutada. Pero al no recibir su cuerpo, ni tener información por parte de sus captores, el entorno familiar guardaba la esperanza del regreso.
Esta metodología del terror de Estado fue aplicada en Colombia ya durante la represión al movimiento gaitanista y, después, en la guerra política librada en el marco de la guerra contrainsurgente impuesta por los encargados regionales de librar la Guerra Fría en América Latina. En la doctrina contrainsurgente el “enemigo” no solo es la persona que enfrenta con armas al Estado, sino cualquier civil que ejerce actividades contrarias al universo de sentido, orden e información establecido por los poderes de la economía funcional a quienes controlan el poder local, unidos, en el juego geopolítico, a sus determinadores exteriores.
En el año 2016, el Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh) reunió los datos dispersos en muchas entidades y publicó el Informe “Hasta encontrarlos: el drama de la desaparición forzada en Colombia”. El documento reveló una realidad monstruosa: 60.630 seres humanos fueron desaparecidos forzosamente entre 1970 y 2015. El observatorio del Cnmh continuó la labor y en el mes de agosto de 2018, 80.000 personas estaban registradas como desaparecidas. Erick Arellana, Fidel Mingorance, desde Luxemburgo, y Paco Gómez, trabajaron durante más de tres años para configurar un trabajo tan doloroso como indispensable: Cartografía de la desaparición forzada en Colombia (2019), un documento en el que 82.472 rostros fueron dibujados para seguir clamando por la memoria, la justicia y la verdad.
La investigación revela una verdad escondida o desdibujada por el sistema mediático y educativo: un entramado de generaciones sucesivas ha experimentado la continuidad de las metodologías macabras del terror de Estado. La continuidad de estrategias y practicas dirigidas a destrozar el tejido social e imponer un terror que inhiba la acción colectiva.
Ahora, El porvenir nace en la herida indaga en la dimensión humana de las cifras que no comunican las múltiples consecuencias del accionar sistemático y atroz.
Después de varias obras sobre su experiencia en Colombia, entre ellas: Los muertos no hablan (2002), La guerra no es un relámpago (2016), Indios, negros y otros indeseables (2015), Gómez Nadal nos ofrece en El porvenir nace en la herida, un hilo cardinal: “Una intuición o una hipótesis: en lo comunitario, en los proyectos del común, pueden encontrarse razones para vivir y para gozar”.
Erick Arellana Bautista ha encontrado la fuerza vital en “el amor antes de la herida”. Las artes, en su expresión individual y en colectivos, le han permitido sobreponerse a los naufragios que produce una barbarie que no cesa y termina por hacer mella aún en los espíritus más fuertes. Su último poemario: Amor entre ráfagas, revela las potencias de la palabra enraizada en el humus que ha sostenido, a pesar de todo, y contra todo, la vida digna, la ternura y la alegría en estos territorios: el ser femenino. Janette, la hermana de la madre de Nidya Erika, un día le entregó un libro de Jairo Anibal Niño que Nidya dejó a Erick con una dedicatoria: “Para que siempre estés con los hermanitos del pueblo. Yo se que hoy no lo entiendes, pero un día lo vas a entender”.
El testimonio de Diana Marcela Gómez Correal, hija de Jaime Enrique Gómez, impresiona por una mezcla indiscernible de extraordinaria lucidez y ejemplar claridad y sencillez. Primero, en los escenarios del activismo en los movimientos que han sostenido la memoria del decoro y la justicia con quienes, además de sufrir la ferocidad que arrancó sus vidas, han afrontado el crimen hermenéutico: las campañas dirigidas a desprestigiar sus periplos de seres íntegros y batalladores. Después, con su consagración a los estudios y sus infinitas potencias en esclarecer y nutrir las acción de los movimientos sociales. Y, en la fase más reciente, en los escenarios de la educación superior y la escritura. Diana, por su obrar y su palabra aquilatada, se perfila como un referente de serena y sencilla autoridad en una nación que precisa de nuevas formas de liderazgo que permitan superar la orfandad impuesta por la aniquilación sistemática de millares de lÍderes populares.
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