Descripción:
En el Encantador de perros, un programa de televisión, dicen: “No te molestes con el perro, porque el perro es el mejor amigo del hombre”. Yo no sé si seamos amigos porque a mí por ejemplo en un viaje un perro me mordió en la cabeza. Ya se me había olvidado, pero en el libro un lobo muerde a Bolita en la cabeza y por eso me acordé. Muchos perros son bravos y muerden. Milton y Bolita, los dos perros de los que trata el libro, no son bravos ni muerden a los niños. Pero a algunos niños sí les asustan los perros y tienen razón. En mi colegio hay un perro que se llama Homero, y es muy bravo, por eso siempre lo tienen encerrado y nunca lo dejan salir. Aunque puede ser que esté bravo porque siempre lo tienen encerrado, ¿no? Por eso no creo que seamos amigos porque los amigos no encierran ni muerden a otro amigo.
El escritor del libro se llama León (los leones sí son más bravos que los perros), tal vez le pusieron ese nombre porque a los papás les gustaba la selva y no tanto la civilización. El título del libro es de color rojo, como si la historia fuera de misterio (se podría haber llamado también El detective Tolstoi). Las formas y los colores en la portada combinan. En la portada aparecen Milton, Bolita y un niño de 12 años, creo.
El libro cuenta ocho historias cortas donde aparecen seis animales: dos perros, un caballo, un faisán, una tortuga y un lobo. Las historias se trataban sobre cómo encontraron a Bolita y luego a Milton, el maltrato a los animales, cómo cazar faisanes, una pelea por territorio, los presos y la noche y sus peligros. La historia que más me gustó fue la de Bolita y el lobo por las ilustraciones y porque la historia es de suspenso. No me gustó la de los faisanes. ¡Qué aburrida! Esa historia sólo dice cómo cazarlos.
El libro se puede leer rápido aunque en las historias se encuentran algunas palabras desconocidas: Piatigorsk, Cáucaso, cosaca, extremidades y muchas otras. Algunas las busqué en el diccionario, aunque hay que saber buscar, si no uno se puede aburrir. Cuando uno lee el libro piensa en los animales, se ríe porque Bolita se la pasa olfateando por todo lado y también se puede poner triste, pero no voy a decir por qué, porque sería como cuando alguien le cuenta a uno el final de una película que quiere ver. También hay cosas que no entendí: ¿Por qué en las ilustraciones a Milton le dibujan estrellas y a Bolita huesos?
No he dicho nada del niño. El niño es uno de los personajes más importantes, pero el libro se termina de leer y nunca aparece el nombre. ¡Qué extraño! Tal vez el nombre del niño era León y en este libro se cuentan las cosas que le pasaron a él cuando era niño. Creo que las historias que cuenta no son inventadas, son verdad. Eso quiere decir que si contamos todas las cosas que les pasan a los niños y a las niñas se podrían escribir muchos cuentos infantiles, y quiere decir también que todos podemos escribir cuentos, que todos podemos ser escritores.
Juan Manuel Araque Pinzón, 9 años.
Bogotá, noviembre de 2011
335 páginas